Ayer, en el metro, había demasiada gente.
Al poco de subir, apretada entre la multitud noté que alguien me tocaba...
No quise mirar, sentía vergüenza y al mismo tiempo deseo.
No quería saber quien me tocaba, no quería romper el encanto y me quedé quieta, dejando que lo te tuviera que pasar, sucediera...
Me relajé sin importarme nada donde estaba y soló oía mi música mientras sentía el tacto de aquella mano desconocida que buscaba en mi, el saciarme dándome placer...
martes, 18 de mayo de 2010
domingo, 16 de mayo de 2010
Mi sueño
sábado, 15 de mayo de 2010
Ando por ti
Suscribirse a:
Entradas (Atom)