Ayer, en el metro, había demasiada gente.
Al poco de subir, apretada entre la multitud noté que alguien me tocaba...
No quise mirar, sentía vergüenza y al mismo tiempo deseo.
No quería saber quien me tocaba, no quería romper el encanto y me quedé quieta, dejando que lo te tuviera que pasar, sucediera...
Me relajé sin importarme nada donde estaba y soló oía mi música mientras sentía el tacto de aquella mano desconocida que buscaba en mi, el saciarme dándome placer...
4 comentarios:
El RELATO ES BUENO
sALUDOS
Es una fantasía compartida, esa. Lo describes muy bien. Saludos
Este fin de semana, viajando en tren, sentados juntos, nuestros brazos empezaron a rozarse por casualidad. Poco a poco, el contacto fue en aumento y nuestras piernas se juntaron.
Entre tanta gente, ella se echó una chaqueta sobre las piernas y termine acariciando su sexo bajo la falda. Mi erección fue tremenda.
cunado quieras quedamos en el metro
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